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Nos cansamos de rogar amor para tenerlo por montones y de varias fuentes. Nos cansamos de reproducir esa lógica vertical donde hay una suerte de semidios al que hay que tributarle devociones. El amor será horizontal o no será.
Fotografía: Rolxer
El desapego emocional es el inicio de un cambio de paradigma mental. Nadie es tu dueño, ni eres dueño de nadie. Vivir una vida libre de ataduras te hará entender que lo que verdaderamente nos hace únicos es aquello que tenemos miedo de manifestarle al mundo.
Fotografía: Rolxer
Encontrar la salida a los "dilemas del amor" pasa siempre por reorganizar lo que sentimos. ¿Por qué sentimos lo que sentimos? Porque el sentimiento se hace cuerpo a través del pensamiento. Y es que los celos nos encierran en una caverna sin salida, donde precisamente lo que más rápido se pierde es el uso de la sensatez.
Fotografía: Rolxer
"Los celos no son corrientemente más que una inquieta tiranía aplicada a los asuntos del amor" Marcel Proust
¿El amor duele? ¿No se supone que amar nos hace libres? ¿Y si el amor nos libera por qué necesitamos que alguien más nos ame para estar plenos? Los celos son en parte responsables de esa dependencia, de esa reciprocidad dañina.
Por el cuerpo pasa la historia de lo que somos. El cuerpo, tantas veces tenido al margen de la conversación intelectual y política, hoy es el centro de disputa para ir creando representaciones que abarquen al ser humano en aspectos tan determinantes como lo es la raíz de los celos: el poder que ejercemos, o dejamos que ejerzan, sobre nuestros cuerpos y los cuerpos de los otros. Muy pronto, un portal web donde discutiremos permanentemente sobre el significado profundo de nuestras corporalidades.
Fotografía: Rolxer